¿AFECTA LA PUBLICIDAD A NUESTRA SALUD MENTAL?
En los últimos tiempos, la publicidad se ha hecho cada vez más presente en nuestras vidas. Especialmente en las de los norteamericanos. Desde que en 1867, James Walter Thompson fundara la primera agencia de publicidad, una de las mayores agencias del mundo, con sede en Nueva York, la cosa ha evolucionado mucho. Los impactos publicitarios que puede recibir una persona a lo largo del día han pasado de apenas una docena, pocas generaciones atrás, a hasta 3.000 mensajes por día, repartidos en diferentes medios: radio, prensa, televisión, publicidad outdoor, etc.
Tal bombardeo ha provocado un cambio significativo en la percepción de los consumidores. Éstos ya no ven la publicidad con los mismos ojos cándidos, sino más bien como una agresión a su salud mental, un intento de manipulación de su comportamiento, e incluso la principal causa del estrés en sus vidas. Por tanto, son más reacios a creer lo que les cuentan los anunciantes, que cada vez tienen que ingeniárselas más para hacer efectivas sus campañas.
Ante esa dificultad de persuasión, los creativos publicitarios han coincidido en los últimos tiempos en una idea común, la de dirigirse a los sentimientos más profundos de la gente. Saben que ese es su punto más vulnerable y donde más réditos pueden obtener. Por ello los anuncios se centran más que nunca en las emociones.
Por otro lado, la industria de la publicidad está trabajando muy duro para cambiar la visión negativa del público sobre su actividad. Es evidente que es necesario un acercamiento entre ambos para volver a recuperar la confianza. Quizás dentro de otras tantas décadas se produzca de nuevo un vuelco a favor de la publicidad. Para ello, habrá que emplearse a conciencia.
¿Cuánto afecta la publicidad a los niños?
En febrero del 2010, 14 empresas de marcas reconocidas como Coca Cola, Nestle, Mc Donal´s, Gamesa, entre otras, firmaron un acuerdo, en donde se comprometían con la Secretaría de Salud, a no dirigir la publicidad de productos que no cumplan con los criterios nutricionales aplicados a una dieta diaria saludable, a menores de 12 años. “Lo cual no fue más que una gran mentira” indicó Alejandro Calvo, director de El Poder del Consumidor.
Pues, sólo una empresa (Bimbo) ha cumplido con los lineamientos de dicho acuerdo, al no poner publicidad dirigida al público infantil a productos como papas fritas. Entre tanto, las 13 empresas restantes siguen persistiendo en su publicidad engañosa, agregó.
Publicidad que indicó Alama Meneses, integrante de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) es una agresión hacia el público infantil, pues, “un niño promedio pasa alrededor de tres horas o más frente al televisor, cantidad de tiempo en la que hay alrededor de 32 comerciales, de productos chatarra dirigidos hacia ellos, lo que los persuade a un estilo de vida nada saludable”, comentó
Los infantes al estar expuestos a mensajes engañosos, en donde se manejan que obtendrán una gratificación, como juguetes con la cara de un personaje popular, no dudan en pedir a sus padres que les sea comprado el producto, aunque el sabor no sea de su agrado, siendo así presas de la manipulación mediática, pues no están lo suficiente maduros para intuirla, por lo que se atenta a su salud con este tipo de publicidad, explicó.
Panorama que afecta al punto, de que México es el segundo país con mayor índice de obesidad infantil, secundando por poco a Estados Unidos. Pues, mientras sólo 3 marcas: Rocaleta, Pelón Pelo Rico y Kider Sorpresa rebasaron cada una los 50 millones de pesos en campaña publicitarias, acumulando un total de 170 millones de peso, que es mucho menos de lo que el gobierno del Distrito Federal destina en campañas de prevención de la obesidad, dijo Katia García, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor.
He allí la importancia de una regulación por agentes externos, pues éste ejemplo, enfatiza que la autorregulación, o el compromiso por parte de las empresas, no es factible. Asimismo, no basta que existan multas por tales motivos, ya que las empresas cuentan con solvencia, y fácilmente puede pagar la falta, que no es lo importante. Por lo que se debe optar por penalizaciones, en donde no sólo se multe, sino que se exija que sea retirado por completo el causal, indicó
Por lo que, finalizaron los tres ponentes, haciendo un llamado a la sociedad civil, para exigir a las empresas, no importando de que índole, que cumplan con lo que pactan, y a que opten por una vida saludable.
Fuente: taringa.net
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